miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mapa de la Ciudad de Pompeya





Foro

El foro era el centro cívico y el corazón de la vida comercial de Pompeya. Era un amplio espacio abierto con forma rectangular rodeado en tres de sus lados por una columnata y en el otro por el Templo de Júpiter, con varios edificios públicos importantes en torno a él.


Constaba de un área libre de 145 m. de longitud por 38 m de anchura, estaba pavimentada en piedra. En ella se erguían estatuas conmemorativas del emperador, de miembros de su familia o de ciudadanos locales de alguna importancia.


Era típico ver en el foro mesas o banquetas donde los vendedores exponían sus productos al público, se colocaban en los bordes de la zona libre, junto a las columnatas y cuando llovía se trasladaban a los corredores, unos pasillos que estaban techados donde la gente paseaba y solía negociar.


Al foro se accedía mediante una gran puerta de bronce, dentro del foro no se permitía el transporte carruajes.


En el foro había tablillas expuestas al público donde se escribía noticias importantes de la época, como el resultado de las últimas elecciones o la fecha de algún espectáculo, e incluso había gente que aprovechaba para exponer sus quejas o para hacer publicidad de su establecimiento. Un ejemplo encontrado de ellos sería: "Macerior ruega al edil que prohíba a la gente hacer ruido en la calle y moleste a las personas decentes que están durmiendo".



El Foro Triangular

Se trata de un área sagrada de forma triangular, situada en una pequeña colina desde la que se aprecia una vista panorámica de la costa. Se accede a la plaza por el vértice norte del triángulo mediante un elegante pórtico precedido por seis columnas jónicas.
En la parte anterior del pórtico se encuentra la base sobre la que se colocaba una estatua honoraria de M. Claudio Marcello, nieto de Augusto. El edificio que determinó la creación de esta área sagrada es un templo muy antiguo, del siglo VI a. C. Originalmente dedicado a Hércules, considerado por los habitantes de Pompeya como el fundador de su ciudad, también se dedicó más tarde al culto de Minerva.


Teatro pequeño

Este precioso edificio resulta inolvidable por su aspecto de mayor modernidad que la de los teatros clásicos y por lo armonioso de sus dimensiones y proporciones. Es, en efecto, un theatrum tectum u odeón, dedicado a la música y a la comedia musical, y, por tanto, cerrado y techado. La iniciativa de su construcción partió de los primeros dunviros de la colonia silana, Cayo Quincio Valgo y Marco Porcio (80-75 a. C.). Es, pues, un teatro enteramente romano, tanto por su fecha como por su forma, estrictamente semicircular, sin los alargamientos que muestra el teatro grande, helenístico aunque rehecho y ampliado en época de Augusto, que se encuentra a su lado. La mayor parte de la fábrica está hecha de argamasa revestida de un opus pseudoreticulatum muy próximo aún al incertum, contemporáneo en efecto del de la casa bajo el larario de la Domus Flauia en el Palatino de Roma. En ésta y en uno de los pasadizos del Teatro Pequeño se han encontrado las muestras más antiguas conocidas, muy sencillas aún, de decoraciones del llamado Segundo Estilo Pompeyano, que como vemos aparece en Roma y en Pompeya en unas mismas fechas. Como adornos del graderío destacan los atlantes escultóricos de los extremos de las praecintiones, labrados en la misma toba de las gradas de preferencia.


El Teatro Grande


Adyacente al Foro Triangular se encuentra el Teatro Grande, de la primera mitad del siglo II a. C., construido a la manera del mundo griego y helenístico, aprovechando la pendiente natural de una colina y restaurado y ampliado notablemente en la época romana. El espacio reservado a los espectadores estaba dividida en tres órdenes de gradas de mármol. El escenario tenía las tres puertas clásicas.
El teatro tenía un gran pórtico cuadrangular bastante bien conservado, donde los espectadores podían entretenerse antes del espectáculo y durante los intervalos. Luego del terremoto del año 62, este pórtico fue transformado en cuartel de gladiadores.


El Anfiteatro y la Palestra


El Anfiteatro de Pompeya fue realizado inmediatamente despues de la fundacion de la colonia silana, en el 80 a.C, por obra de los duunviros Quintus Valgus y Marcus Porcius, a los cuales se deba tambien el Odeion.
Es el anfiteatro mas antiguo que ha llegado hasta nuestros dias (el Anfiteatro de Tauro, el primero construido con piedra en Roma, data del 29 a.C.), y tiene por lo tanto un gran interes para nuestro conocimiento de este tipo arquitectonico caracteristico de la civilizacion romana. Por otro lado, la region de Campania ha sido justamente considerada la patria de los combates entre gladiadores, de los cuales se tienen noticia al menos a partir del siglo IV a.C.
La arena fue excavada hasta un nivel de unos 6 metros por debajo del plano natural, y la tierra extraida fue utilizada para realizar un terraplen de apoyo de la mitad occidental del edificio. 

Aqui se erigio un muro de contencion con contrafuertes y grandes arcos ciegos, que forma la fachada principal del conjunto: contra el mismo se adosan dos escalinatas dobles al oeste y dos escalinatas simples al norte y al sur, a traves de las cuales se tiene acceso a un ambulacro descubierto que llegaba hasta la summa cavea.
La entrada a la media y a la ima se realizaba a traves de cuatro corredores que conducian a la crypta, una galeria abovedada que pasa por debajo de las gradas inferiores de la media cavea y que se abre por medio de arcos a dos filas de asientos.
Los dos corredores principales dan acceso tambien a las entradas de la arena ubicadas en la extremidad del eje mayor y estan empedrados para permitir el paso de los carros.
Mientras el pasillo norte esta orientado en el mismo eje de la arena, el otro cruza el lado oeste del edificio, doblando luego en angulo recto para desembocar en la extremidad sur de la arena, al no ser posible crear una abertura en este lado pues estaba adosado a las murallas de la ciudad.

 


Dos recintos a lo largo de estos corredores servian para socorrer a los gladiadores heridos o colocar alli los cuerpos de los que habian perdido la vida.
Dos hornacinas situadas a los lados del pasillo norte, que representa la entrada principal de la arena, albergaban las estatuas de Caius Cuspius Pansa padre y de su hijo de igual nombre, tal como nos informan las inscripciones aqui halladas. Estos dos personajes ocupaban importantes cargos politicos, entre los cuales el de duunviro, y alcanzaron un amplio reconocimiento por haber restaurado el Anfiteatro despues del terremoto del año 63.
La arena, eliptica, esta circundada por un parapeto de mas de dos metros de altura, originariamente decorado con pinturas que representaban escenas de combates entre gladiadores y luchas con las fieras.
La ima cavea estaba destinada a los personajes de rango y dividida en sectores: las cuatro primeras filas estaban formadas en la parte central por anchas tarimas donde se hallaban los bisellia (sitiales de honor), los del lado este reservados a los decuriones y los del oeste a los duunviros y al patrocinador de los espectaculos.
La media y la summa cavez estan divididas en cunei por escalerillas; como aun hoy podemos ver, no todos los sectores tenian aqui asientos de piedra, sino que habia prevalentemente graderias de madera.
El velarium de lino que protegia del sol a los espectadores estaba sostenido por palos colocados en dos filas de anillos de piedra ubicados en la parte de afuera del parapeto superior.


En el Anfiteatro se desarrollaban las luchas con las fieras (venationes) y los combates entre gladiadores (munera), espectaculos patrocinados por los hombres mas eminentes de la ciudad, que hacian de esta munificencia un eficaz instrumento de propaganda personal.
Son muy frecuentes en las paredes de Pompeya los anuncios que daban a conocer los espectaculos a realizarse, describiendo el programa de los mismos.
A este tipo de funciones asistia con gran entusiasmo la muchedumbre, y algunos gladiadores gozaban de gran popularidad, tal como nos refieren algunas inscripciones. Los gladiadores eran esclavos o prisioneros de guerra que trataban de obtener su libertad, o bien delincuentes comunes que intentaban descontar de este modo su condena.


Las Termas del Foro 

Las Termas del Foro, si bien no son las más grandes de la ciudad, son de mucho interés debido a la elegante decoración y el excelente estado de conservación del calidarium y del tepidarium de la sección masculina.
Dos corredores permiten, en el caso de las termas para hombres, el paso al apodypterium de donde se pasa al frigidarium, en cuyo centro de encuentra una bañera circular para los baños fríos; y al tepidarium, decorada con fino estuco de la mitad del siglo I a. C. Allí se conserva un gran brasero que servía para calentar el ambiente, donado por Marcus Nigidius Vaccula. Del tepidarium se accede directamente al ambiente para baños cálidos, el calidarium calefaccionado con aire caliente que pasaba por el interior de las paredes dobles.
Esta habitación está dotada de dos bañeras: el alveus, de forma rectangular, para los baños calientes, y el labrum, con agua fría.



Termas Stabianas

Sobre la Via Stabiana luego del cruce con la Via dell'Abbondanza, se encuentran las Termas Stabianas, las más antiguas de la ciudad, del siglo IV a. C. Las termas muestran signos de sucesivas restauraciones, la última de ellas tuvo lugar luego del terremoto del año 62. Estaba compuesta por una sección masculina y otra femenina. Tenía un sofisticado sistema de calefacción: el aire caliente circulaba bajo el piso y entre las paredes.
Tanto la sección masculina como la femenina estaba compuesta por una sala de vestir (apodyterium), una sala con piscina de agua fría (frigidarium), de una sala templada (tepidarium) y de una sala muy calefaccionada (calidarium), dotada de una bañera para agua caliente y de una fuente para abluciones con agua tibia. Además había otros ambientes, algunos anexos al gimnasio y una gran piscina para nadar al aire libre.


Las Termas Centrales


Las Termas Centrales fueron ampliadas luego del terremoto del año 62 y para el 79 aún no estaban completamente terminadas. Eran exclusivas para hombres, carecían de frigidarium, pero tenían un servicio del que carecían las otras termas: el laconicum, un ambiente para baños de vapor con aire caliente y seco. Este complejo, por la luminosidad y amplitud de los ambientes, su gran gimnasio y la excelente calidad del material de construcción, se puede asemejar a las termas de las grandes ciudades, incluida Roma.


El Lupanar 


De lupa que en latín significa loba que es como se conocía a las prostitutas, el Lupanar era el más importante de los numerosos burdeles que se encontraron en Pompeya, y el único construido con esta precisa finalidad.
Las prostitutas eran esclavas griegas u orientales, su precio iba de dos a ocho ases (el vaso de vino costaba uno), pero la recaudación era del patrón o del dueño del burdel.
El Lupanar era un pequeño edificio situado en el cruce de dos calles secundarias, estaba constituido por una planta a nivel del suelo y un primer piso. La planta baja estaba destinada al acceso de esclavos o de las clases más pobres; tenía un corredor y cinco habitaciones con cama, las paredes estaban cubiertas de pinturas que expresaban distintas posiciones eróticas.
Al piso superior se accedía por una entrada independiente que daba a una escalera y luego a un balcón. A ese balcón daban las distintas habitaciones, más grandes y decoradas que las de la planta baja. Este piso era reservado a una clientela más acomodada.
La construcción es del último período de la ciudad. Las paredes se encuentran cubiertas de motivos eróticos desde su entrada principal, que muestra a Príapo con dos penes sostenidos por las manos.

 Más información extra:

El antiguo burdel de la ciudad romana fue descubierto en el siglo XIX. Estuvo cerrado y nuevamente se abrió al público en octubre de 2006. es el edificio más visitado y comentado del sitio arqueológico. Testimonio de las costumbres sexuales de la época.


No es el más suntuoso ni el más importante, pero es el edificio que mayor cantidad de visitantes atrae. Desde su reapertura en octubre del año pasado, cientos de curiosos y turistas no quieren perderse la oportunidad de conocer por dentro el lupanar de Pompeya, el lugar donde 2.000 años atrás las prostitutas prestaban sus servicios en la ciudad romana que quedó sepultada por la violenta erupción del volcán Vesubio el año 79 después de Cristo.

En Pompeya, la prostitución no estaba prohibida y eran los esclavos (de ambos sexos) traídos de otros países como Grecia, los que en su mayoría se dedicaban a esta actividad. Una de las características del lupanar, descubierto por los investigadores en 1862, es que fue construido exclusivamente como lugar de citas y no cumplía otras funciones como ocurría con una veintena de sitios en los que también se ejercía la prostitución, pero que a la vez eran posadas, hosterías y casas particulares.

La edificación tuvo un primer intento de restauración en 1949 cuando los arqueólogos trabajaban tratando de recuperar las zonas de la ciudad antigua afectadas por la Segunda Guerra Mundial; sin embargo, no fue hasta 2005 que se inició una intervención completa con una inversión de 250.000 dólares.

El lupanar está ubicado en la zona más antigua de la ciudad. En la intersección de dos de sus calles secundarias, y cerca de donde estaban ubicados los baños, tabernas y posadas. Todo el complejo arquitectónico no tiene grandes dimensiones y por eso el ingreso debe hacerse en pequeños grupos. Al entrar lo que más llama la atención son las escenas eróticas pintadas en la parte superior de las puertas de las habitaciones. En cada una de ellas aparecen parejas realizando distintas posiciones sexuales que, a decir de los investigadores, no tenía fines decorativos, sino que era una especie de "catálogo" que indicaba al cliente la "especialidad" de la persona dentro de cada cuarto.
Las camas están hechas de ladrillos y pegadas a la pared. Sobre ellas se colocaban un colchón que servía de lecho para los amantes.

En las paredes aún es posible ver las inscripciones dejadas por clientes y por las chicas que trabajaban en el lugar. Se han podido identificar apenas 120, entre grafittis, frases y nombres de las prostitutas o de sus acompañantes. Lo curioso es que muchos de esos escritos contienen mensajes similares a los que hoy uno puede leer en cualquier baño público de Italia o de Bolivia. Desde el "fulano ama a sutana", hasta los que se jactan de sus dotes sexuales.
En el piso superior se ubican cinco habitaciones con balcones desde los cuales las mujeres llamaban a los varones que pasaban por la calle. Los cuartos son más grandes que los cinco del primer piso. Se supone que estaban destinados a clientes de mayor poder adquisitivo, aunque los investigadores coinciden en señalar que este prostíbulo estaba destinado a los sectores populares, ya que los ricos contaban con sus propios esclavos y esclavas para satisfacer sus placeres.

Es probable que en Pompeya, del mismo modo que ocurría en Roma, las meretrices que trabajaban en estos sitios estaban obligadas a registrarse legalmente, pagar impuestos y seguir ciertas normas que las diferenciaba de las otras mujeres. Por ejemplo, cuando salían a la calle tenían que utilizar una túnica de color marrón rojizo y el cabello teñido, caso contrario podían colocarse una peluca amarilla. Se dividían en diversas clases, según el lugar donde trabajaban y los clientes que atendían. No todas eran ex esclavas, ya que en algunos casos provenían de familias patricias con dificultades económicas.

Los prostíbulos no eran un ámbito exclusivo para las mujeres; los hombres, especialmente ex esclavos jóvenes, se prostituían y atendían tanto a personas del mismo sexo, como a mujeres.
El lupanar que ha sobrevivido en esta vieja ciudad romana al sur de Italia parece ser sólo el testimonio de usos y costumbres sexuales que caracterizaron a todo el imperio romano. Sus paredes hablan y nos develan que pueden pasar miles de años, pero la naturaleza humana repite conductas.

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