jueves, 12 de noviembre de 2009

Personajes importantes de cada etapa

1. Tarquinio Prisco
Lucio Tarquinio Prisco (616 a.C. – 578 a.C.), también conocido como Tarquinio el Viejo o Tarquinio I, fue el quinto rey de Roma según la tradición y el primero y fundador de la ciudad según algunos historiadores contemporaneos.

Hijo de un refugiado corintio llamado Demaratos que se instaló en la ciudad etrusca de Tarquinia, fue autoritario y guerrero y al mismo tiempo, gran planificador y urbanista. Se hizo construir un palacio etrusco, en un tiempo en que las cabañas eran las viviendas de las gentes. Mandó que le fabricasen un trono ostentoso donde se sentaba siempre con el cetro de mando en la mano y en la cabeza un yelmo con adornos de plumas. Era rico y despilfarrador entre gentes pobres de costumbres muy austeras. Como hijo de griego, había recibido una educación bastante completa; sabía filosofía, geografía, matemáticas y otras materias. El historiador romano Tito Livio (59 a.C.–17 a.C.) dice que fue el primer rey que usó de las intrigas para hacerse elegir y que pronunció un discurso para asegurarse el apoyo del pueblo.

Consiguió que el Lacio le rindiera vasallaje y más tarde luchó contra los sabinos y consiguió apoderarse de más tierras. Para sus luchas necesitó muchas armas que la industria pesada le proporcionó. Lucio Tarquinio fue el gran impulsor de la industria de Roma. Introdujo la costumbre etrusca del triunfo, tras la guerra victoriosa.

Con su afán urbanístico Roma dio un gran salto en incremento de monumentos y en planificación urbana. Se le atribuye la construcción de las alcantarillas llamadas cloaca maxima. Mandó trazar calles nuevas, barrios, un foro o plaza central y mandó construir auténticas casa en sustitución de las cabañas habituales; el Circo Máximo y el Templo de Júpiter en el Capitolio.

Murió asesinado y tomó el mando su mujer, llamada Tanaquil, que era también etrusca.



Tulio Hostilio
Tulio Hostilio (en latín Tullus Hostilius) (673 – 641 a.C.) fue el tercer rey de Roma. Era sabino y un hombre entrado en años cuando accedió al poder.

Sucedió a Numa Pompilio después del interregno de un año, como era habitual. A Tulio Hostilio le sucedió Anco Marcio, nieto de Numa Pompilio.

Después del interregno (un año sin rey) el pueblo eligió a Tulio Hostilio como rey de Roma. El abuelo de Tulio Hostilio había sido un compañero de Rómulo, uno de los destacados en la lucha contra los sabinos. Este rey (Tulio Hostilio) es un personaje oscuro en la historia de Roma. Se sabe que fue muy guerrero, tanto o más que el propio fundador Rómulo. Extendió la ciudad de Roma hasta una cuarta colina, llamada el monte Celio. La Curia Hostilia toma su nombre de él, ya que se le atribuye la promoción de dicha construcción.

Numa Pompilio
Como Rómulo desapareció repentinamente, los romanos no sabían quién sería el sucesor al trono.

Los sabinos, querían un gobernante sabino, pero los romanos no podían soportar la idea de ser gobernados por alguien que no fuera romano.

Estas discusiones beneficiaron a los pueblos vecinos, que aprovechando la falta de un gobernante que pusiera orden en la región, comenzaron a arrebatar tierras y ganados de sabinos y romanos.

Los Senadores determinaron que el pueblo debía elegir un rey cuanto antes y el senado lo ratificaría mas tarde.

Buscaron candidatos durante mucho tiempo y el más apropiado por sus condiciones de hombre piadoso y sabio era Numa Pompilio. Trataron de convencer a Numa con muchos argumentos, pero el no quiso aceptar el cargo. A pesar de su negativa, propusieron su nombre ante el Senado y sus miembros lo aprobaron por unanimidad.

Al ver Numa que no tenía escapatoria, pidió que se consultara a un intérprete de presagios o a un augur. El augur llegó hasta el Capitolio y oró ante Júpiter pidiéndole una señal para ratificar a Numa como gobernante de Roma. De repente, una bandada de buitres cruzó el cielo volando tal como había ocurrido con Rómulo.
Interpretaron esto como una señal positiva y Numa se vio obligado a aceptar el cargo. 
Numa levantó un templo al dios Jano, que era el dios de las puertas y las entradas.
Ese templo tenía dos puertas enormes. Si estaban abiertas era señal de que había un conflicto y si estaban cerradas, indicaba que el conflicto estaba terminado.

Numa celebró tratados de Paz con los pueblos vecinos y las puertas del templo permanecieron cerradas durante su reinado.
Como Numa era un hombre piadoso, enseñó a su pueblo la manera de rendir culto a los dioses creando un calendario donde separó los días Fastos, que quiere decir felices, de los Nefastos que quiere decir desgraciados.
Dice la Leyenda que Numa tenía poderes mágicos y que en una oportunidad, en que tenía invitados a un Banquete y este no se preparó a tiempo, las mesas se llenaron por arte de magia con los más exquisitos manjares y los más delicados vinos.
Numa Pompilio era más un sacerdote que un rey. Por eso creo Colegios Sacerdotales. El de los Flamines, Augures, Salios, Feciales, Pontífices y el de las Vestales.
Como Numa conocía esta situación y sabía que era difícil para un rey, instituyó el cargo de Pontífice. El Pontífice se debía dedicar en forma exclusiva al culto de los dioses y a las festividades religiosas.


2. Julio César
Cayo Julio César (Latín: Gaius Iulius Caesar. Roma, Italia, 13 de julio de 100 a.C. - Ibídem, 15 de marzo de 44 a.C.) fue un líder militar y político de la era tardorrepublicana.

Nacido en el seno de la gens Iulia, en una familia patricia de escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época, como su tío Cayo Mario, quien influiría de manera determinante en su carrera política. En 84 a.C., a los 16 años, el popular Cinna lo nombro flamen dialis, cargo religioso del que fue relevado por Sila, con el cual tuvo conflictos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre.Trasladado a Asia, combatió en la Tercera Guerra Mitridática como legatus de Marco Minucio Termo. Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C., ejerciendo por un tiempo la abogacía. En 73 a. C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cotta como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, cuya amicitia le permitiría lanzar su propia carrera política. En 70 a. C. César sirvió como cuestor en la provincia de Hispania y como edil curul en Roma. Durante el desempeño de esa magistratura ofreció unos espectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.

En 63 a.C. fue elegido praetor urbanus al obtener más votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mismo año murió Quinto Cecilio Metelo Pío, Pontifex Maximus designado durante la dictadura de Sila, y, en las elecciones celebradas con objeto de sustituirle, venció César. Al término de su pretura sirvió como propretor en Hispania, donde lideró una breve campaña contra los lusitanos. En 59 a.C. fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato. Su colega durante el consulado, Bíbulo, se retiró a fin de entorpecer la labor de César que, sin embargo, logró sacar adelante una serie de medidas legales, entre las que destaca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entre los soldados veteranos.

Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina; esta última tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobierno estuvo caracterizado por una política muy agresiva en la que sometió a la práctica totalidad de pueblos celtas en varias campañas. Este conflicto, conocido como la Guerra de las Galias, finalizó cuando el general republicano venció en la Batalla de Alesia a los últimos focos de oposición, liderados por un jefe arverno llamado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.

Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, donde al parecer pronunció la inmortal frase "Alea iacta est" (la suerte está echada) iniciando así un conflicto conocido como la Segunda Guerra Civil de la República de Roma, en el que se enfrentó a los optimates, que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Su victoria, basada en las derrotas que infligió a los conservadores en Farsalia, Tapso y Munda, le hizo el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator perpetuus —dictador vitalicio— e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.

A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objeto de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto, urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en las idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Senado. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César; Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble Batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en Actium, donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.

Al margen de su carrera política y militar, César destacó como orador y escritor. Redactó, al menos, un tratado acerca de astronomía, otro acerca de la religión republicana romana, y un estudio sobre el latín, ninguno de los cuales ha sobrevivido hasta nuestros días. Las únicas obras que se conservan son sus Comentarios de la Guerra de las Galias y sus Comentarios de la Guerra Civil. Se conoce el desarrollo de su carrera como militar y gran parte de su vida a través de sus propias obras y de los escritos de autores como Suetonio, Plutarco, Veleyo Patérculo o Eutropio.

Lucio Junio Bruto
Lucio Junio Bruto nacido en fecha indeterminada y muerto en el 509 a.C. es, según la tradición, el fundador de la República Romana y uno de los más grandes personajes de la historia de la ciudad eterna. De origen patricio e hijo de una hermana de Tarquinio el Soberbio, se desconocen muchos datos de su vida, principalmente por la falta de fuentes históricas solventes, y por tanto algunas informaciones sobre su persona están envueltas en la leyenda. La fuente de información principalde la que disponemos para reconstruir su vida proviene como sucede en la etapa monárquica del historiador Tito Livio.
El último rey de Roma, llamado Lucio Tarquinio o Tarquinio el Soberbio, era etrusco y descendiente de Tarquinio Prisco, un rey que había conseguido el trono mediante argucias después de Anco Marcio.

Lucio Junio Bruto había estado conspirando con anterioridad al 509 a.C. con el objetivo de derrotar a los Tarquinios puesto que según el oráculo de Delfos le había vaticinado que sería el próximo rey de la ciudad. Resultado de ello fue una fuerte persecución política contra su persona de la que se salvó incluso de ser asesinado. Se dice que su habilidad para simular a un disminuido psíquico le sirvió para evitar la muerte.

Es muy probable que con la llegada el trono de Tarquinio el Soberbio las familias nobles de Roma se vieran parcialmente marginadas del poder por los intentos del rey etrusco de restringir las convocatorias del senado, órgano que era el medio de expresión de la clase aristocrática y contrapeso al poder monárquico.
Este hecho, unido a su arbitrariedad no harían más que aumentar el malestar de la población romana, llegando a su cénit según la tradición, cuando el hijo de Tarquinio el Soberbio, Sexto Tarquinio, violó y mancilló el honor de una noble casada llamada Lucrecia la cual ante la ofensa recibida optó por suicidarse.
Este acontecimiento fue aprovechado hábilmente por Lucio Junio Bruto para agitar a la población y que forzara la expulsión de la dinastía de los Tarquinios y aprovechando el vació de poder creado establecer un nuevo sistema político: La República.

Alguna tendencia historiográfica ha llegado a apuntar incluso que el derrocamiento del último rey etrusco no tenía como objetivo acabar con la monarquía sino la ocupación del trono por parte del mismo Lucio Junio Bruto.

Junio Bruto y Lucio Tarquinio Colatino, cuya mujer Lucrecia fue la víctima de Sexto Tarquinio, ocuparon la principal magistratura del nuevo sistema político: el consulado.
No obstante, la primera medida que tomó Junio Bruto como cónsul de Roma fue presionar a Tarquinio Colatino para que abandonara su cargo político basándose en que era un miembro emparentado con los la familia etrusca de los Tarquinios. Una vez expulsado Colatino, el senado hizo extensiva la expulsión a toda la familia. Paradójicamente Lucio Junio Bruto tenía un grado de parentesco superior con el rey depuesto que el desterrado Colatino.

Los primeros momentos de la joven república fueron muy difíciles debido las conspiraciones fomentadas desde el interior de la ciudad y desde el exterior por los Tarquinios y sus seguidores. Se dice que en una de las conspiraciones tomaron parte los mismos hijos de Lucio Junio Bruto. Descubierta la trama, el fundador de la República no vaciló en ordenar el ajusticiamiento de sus propios hijos presenciando in situ la ejecución. Fue en una de las tentativas emprendidas por los seguidores del antiguo rey donde Lucio Junio Bruto encontró la muerte. Fue en el mismo año 509 a.C.

Casualidades de la historia, varios siglos después, un miembro de la familia Bruto, Junio Bruto, se vio implicado en la conspiración contra Julio César en los idus de marzo del 44 a.C.
La república como sistema político en Roma se instauró en el mismos año de la muerte de su precursor, el 509 a.C., y se prolongó hasta el año 27 a.C. cuando César Augusto inauguró el período imperial.

Craso
Marco Licinio Craso (latín: Marcus Licinius Crassus Dives; 115 a.C. – 53 a.C.) fue un relevante aristócrata, general y político romano de la era tardorrepublicana, más conocido como Craso el Triunviro. Comandó la victoria decisiva de Lucio Cornelio Sila en la Batalla de la Porta Collina, y aplastó la revuelta de los esclavos liderada por Espartaco.

La importancia de Craso en la historia mundial proviene, sin embargo, del apoyo financiero y político que brindó al joven y empobrecido Cayo Julio César, apoyo que le permitió embarcarse en su propia carrera política. Llegó a un pacto secreto con César y Cneo Pompeyo Magno, el llamado Primer Triunvirato, para hacerse con el poder en Roma. A pesar de su proverbial riqueza, ansiaba la gloria militar, y por ellos lideró una campaña contra los partos en la que encontró la muerte, junto a su hijo y varias legiones, en la Batalla de Carrhae.

3. Diocleciano
Diocleciano (Latín: Gaius Aurelius Valerius Diocletianus) (c. 245– 3 de diciembre de 311), fue emperador de Roma (20 de noviembre de 284-1 de mayo de 305). Durante su reinado creó una tetrarquía para la administración del Imperio, y se desarrolló una de las últimas persecuciones a los cristianos.





Octavio Augusto:
Augusto, en la onomástica oficial, IMPERATOR CAESAR DIVI FILIVS AVGVSTVS, que significa Emperador César Augusto, hijo adoptivo del Divino (Julio César). Su nombre en la infancia fue Caius Octavius Thurinus. Tras la adopción testamentaria de su tío abuelo, Julio César, pasó a llamarse Caius Iulius Caesar Octavianus. Finalmente, el 16 de enero de 27 a.C., por aclamación del Senado a propuesta de L. Munacio Planco, su nombre oficial quedó fijado como IMPERATOR CAESAR AVGVSTVS. Tras su muerte, desde el 17 de septiembre de 14 d. C., cuando fue declarada su apoteosis, se le recordó siempre como Divus Augustus. (Roma, 23 de septiembre de 63 a.C. - Nola, 19 de agosto de 14 d.C.).

Es considerado el primero y más importante de los emperadores romanos, aunque él mismo no se consideró como tal durante su reinado, prefiriendo usar el título republicano tradicional de princeps civium (esto es, el primero de los ciudadanos). Por esta causa, los romanos conocieron el nuevo sistema político como Principatus. Tras una larga guerra civil, Augusto mantuvo externamente las instituciones republicanas, pero en realidad reinó como un autócrata durante más de 40 años, transformando definitivamente la República romana en el Imperio. Acabó con un siglo de guerras civiles y dio a Roma una era de paz (Pax Romana), prosperidad y grandeza.

Teodosio I El Grande:
Flavio Teodosio, llamado el el Grande (Coca o Itálica, 11 de enero de 347 – Milán, 17 de enero de 395), fue emperador de los romanos desde 379 hasta su muerte. Promovido a la dignidad imperial tras el Desastre de Adrianópolis, primero compartió el poder con Graciano y Valentiniano II. En 392 Teodosio reunió las porciones oriental y occidental del Imperio, siendo el último emperador en gobernar todo el mundo romano. Después de su muerte, las dos partes del Imperio se separaron definitivamente.

Con respecto a la política religiosa, tomó la trascendental decisión de hacer del cristianismo niceno o catolicismo la religión oficial del Imperio mediante el Edicto de Tesalónica de 380.

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